Hay
momentos que es difícil expresarlos con palabras, momentos como el que hemos
compartido en la noche de este día del patrón de las misiones, San Francisco
Javier. En esta noche nos hemos unido, en torno al Señor, a los misioneros y
misioneras que dan la vida en todo el mundo para difundir el mensaje del
Evangelio. A todos los misioneros de nuestra Diócesis de Albacete, en especial,
misioneros de la misericordia, un ejemplo para todos nosotros. En torno al
Altar, la luz, las lecturas, el silencio, la meditación…, nos han acercado al
Señor de una manea especial
La
Diócesis de Albacete ha permanecido unida en oración, unas 70 personas en la
Iglesia de “El Cristo” de La Roda, y otras muchas lo han hecho desde sus
lugares de trabajo, desde sus casas, lo importante: El Señor, y esos enviados a
distintas partes del mundo por la Iglesia como manifestación del amor universal
de Dios por todos sus hijos y signo elocuente de la alegría del Evangelio. ¿Qué
más podemos pedir? Hemos sentido ese abrazo de misericordia del Señor, abrazo
que enviamos a nuestros misioneros, para que sepan de verdad que les
acompañamos, que rezamos por ellos, que se sientan queridos, respaldados por el
“arma” más importante para los cristianos: la oración.
“San
Francisco Javier, haznos participar de tu espíritu misionero, haz que
nunca nos avergüence hablar a los demás de nuestro amor a Jesús. Ruega a Dios
Padre para que envíe muchos misioneros y misioneras que cultiven tu Palabra y
tu amor por toda la tierra y que nunca les falte tu fortaleza y tu alegría. Por
Jesucristo nuestro Señor, Amén”.
¡¡Gracias!!