MIM juvenil
24-octubre-2015
Hay
días que se quedan grabados de una forma especial en cada uno de nosotros, días
que van más allá de un mero recuerdo; días que no podemos quedarnos para
nosotros mismos, que necesitamos compartir por diversas razones, básicamente, por
hacer partícipes a todos de lo que nuestro corazón guardará como un gran regalo
ofrecido por el Señor.
Por
ello, este escrito va más allá de un resumen de lo que fue el encuentro MIM del
pasado sábado, es también un testimonio conjunto de varios participantes de
este encuentro misionero. Queremos que al leerlo os sintáis también
participantes del mismo, que os sintáis llamados, como “uno de ellos”: misioneros de la misericordia,
en nuestra Diócesis de Albacete.
Parroquia de la Santísima Trinidad |
Nos
contaba Miguel, maestro y catequista, y voluntario también del Secretariado de
Misiones, a raíz de este encuentro MIM, el primero del curso, donde más de 100
adolescentes llenos de preguntas y con grandes inquietudes fueron partícipes
del mismo; nos cuenta como: “fue estupendo ver como los jóvenes de varias Parroquias
de Albacete se juntaban con chavales de su misma edad de diferentes pueblos de
la provincia. Y es que cuando Jesús nos llama, los jóvenes responden. Muchas
veces pensamos que las misiones están en países lejanos y parece que no nos
toca de cerca, pero eso no es así. El encuentro MIM es la viva imagen de la
Misión. Una Misión que Jesús nos encomendó a todos los cristianos. "Id por
todo el mundo y predicar el Evangelio". Pues bien, tenemos la suerte de
que estos chavales no se tuvieron que ir a ningún país lejano, sino pudieron ir
por todo Alcaraz y llegar al Santuario de Cortes predicando el Evangelio. Los
habitantes de Alcaraz se quedaron sorprendidos de ver a tanta juventud junta.
Además, era una juventud sana. Hubo tiempo para juegos, canciones y bailes.
También tuvimos tiempo para comprobar lo sacrificadas que son las vidas de
aquellos religiosos que dejan todas sus comodidades para irse a un país, lejos
de su familia, para hablar de Jesús. Pero lo más importante, también hubo
tiempo para rezar con Jesús. Para rezar con el mismo Jesús que vino a Anunciar
al mundo que la muerte no era el final. ¡¡Eso es ser un misionero juvenil!!
Los
testimonios de los jóvenes, estupendos voluntarios y monitores, no nos dejan
indiferentes. Para Fernando, de Molinicos, fue su primer encuentro de estas
características, ¡y ya está deseando repetir!, “los compañeros con los que
compartí este día fueron de lo mejor, junto a las distintas actividades, con
las que disfrutamos de un gran día de catequesis”. Clara, no dejó de sentir en
este magnífico día a Dios, que nos empujó a todos en los momentos más duro del
camino, sacándonos grandes sonrisas. “En la oración final, el Señor me hizo
estar feliz pese a todo el cansancio, y sentir que mereció la pena haberlo
invertido en acercar a los niños a Él”. Otra joven rodense, María, a punto de
confirmarse destaca que lo más bonito fue encontrarse con otras personas que
piensan como tú y que todas estemos unidas por una misma razón: Dios. “Significó
mucho para mí, encontrarme con Jesús, y conocer a personas que jamás pensaba
que iba a conocer. Lo que más me gustó fue el camino de Alcaraz al Santuario,
un camino lleno de reflexión y emoción”. Por último, Sonia de Villarrobledo,
destaca que “fue bonito jugar, bailar, y reír con los niños, todo junto al
Señor y a la Virgen”.
Y,
junto a estos testimonios, que nos animan a seguir en este camino, a seguir
realizando estos encuentros por el Señor, por las vocaciones, por las misiones,
de la mano de María; tenemos también un pequeño mensaje de dos jovencitas, que
disfrutaron, sonrieron, jugaron y se ilusionaron en este encuentro. Lourdes
María y Lucía, destacan que conocer a gente de otros lugares junto a los
juegos, es lo que más les gustó, quedándose con “los momentos de la catequesis
y la oración que tuvimos al final con la Virgen, fueron muy especiales”.
Desde
el equipo del Secretariado de Misiones, así como del Secretariado de Vocaciones
de la Diócesis de Albacete, que realizamos conjuntamente este encuentro juvenil
misionero, no podemos pasar sin dar una vez más las gracias a todos los
participantes: a los niños por su ilusión y alegría, a los jóvenes por su
animación y su entusiasmo, a los catequistas y monitores por ser un gran
ejemplo para todos, a nuestros seminaristas, a D. Juan Ángel por abrirnos las
puertas de la Parroquia de Alcaraz y por su cercanía. A todos los que habéis
hecho posible este encuentro, habiendo o no asistido, porque seguro que muchos
estuvisteis rezando por este bonito encuentro misionero. ¡GRACIAS!