viernes, 18 de diciembre de 2015

40 años de unión y fe entre Albacete y Safané, Burkina Faso

El día 2 de diciembre de 1975 tres sacerdotes de Albacete llegaban a Safané, en Burkina Faso. Así comenzaba la “Misión Diocesana de Safané”. El obispo de Albacete, ya fallecido, Mons. Ireneo García Alonso, así la quería, y así quiso considerarla desde el primer momento a propuesta del delegado de Misiones Francisco Gil Oliva., según explica Juan Cárdenas, uno de los misioneros que se embarcaron en esta aventura de evangelización y de hermanamiento entre Iglesias.

 En una reunión de delegados de Misiones de la Provincia Eclesiástica de Valencia (a la que entonces pertenecía Albacete), la diócesis de Castellón pidió la ayuda de las otras diócesis para sustituir a los sacerdotes que ya trabajaban en Safané y que no tenían relevo en aquel momento. El delegado se ofreció voluntario y se puso en contacto con Pedro Ortuño Amorós y Juan Cárdenas Hernández, que alguna vez habían manifestado sus preocupaciones misioneras, sin ninguna concreción.
Bautizo celebrado por el sacerdote DIEUDONNE,
actualmente de "misión" en Albacete y
fruto de aquella misión!!!
Según contaban a la diócesis de Albacete, “los tres consideramos aquellas circunstancias como una llamada del Señor. Aunque para muchos compañeros de misión éramos curas ‘fidei donum’, nosotros nos consideramos siempre ‘diocesanos’. La denominación ‘fidei donum’ tenía su origen en la Encíclica del mismo nombre publicada por el Papa Pío XII. Era la respuesta individual de los sacerdotes seculares, y por un tiempo determinado, a la tarea primordial de la Iglesia, enviada por el Señor para ‘hacer discípulos de todos los pueblos’. Era una opción válida que habían seguido muchos sacerdotes. El cambio de mentalidad operado por el Concilio determinó que muchas diócesis iniciaran un compromiso más comunitario, adoptando como parte suya, algunas parroquias o demarcaciones misioneras, para servirlas con personal y con medios.
Con este deseo de evangelizar, de servir a los más pobres, y de hacerlo como equipo unido por la fe en Jesús, y dispuestos a intentar vivir fraternalmente con la ayuda del Espíritu Santo, nos pusimos en marcha el día 26 de noviembre de 1975 desde el aeropuerto de Valencia, acompañados por un buen número de seminaristas menores que llevó César Tomás, nuestro nuevo delegado de misiones, que siempre nos acompañó con su amistad, su simpatía y su incansable trabajo.
Doy testimonio de que mis compañeros Paco y Pedro, y más tarde, Manuel de Diego hicieron un trabajo extraordinario, y me ayudaron con su ejemplo y comprensión a colaborar con ellos, sintiéndome feliz, y, algunas veces, útil, sin exagerar.
Durante 25 años, —a través de los sacerdotes citados y después con Miguel Giménez Moraga, Julián Mansilla Escudero, que formaron otro equipo con Pedro—, Albacete estuvo a cargo de la Misión de Safané, hasta que la diócesis de Dedugú tuvo suficientes sacerdotes para hacerse cargo totalmente de la misma. Todos recordamos con cariño, al obispo que nos recibió allí, y que falleció en Albacete, Monseñor Ceferino Toé, así como a los Padres Blancos, que fundaron la parroquia en 1966, y a los sacerdotes nativos que iban surgiendo, incluyendo algunos surgidos de Safané, como el actual párroco de la misma, el Abbé Noel Baya. El año que viene será el 50 aniversario de la fundación de la parroquia”, recuerda Juan Cárdenas.