Estimados amigos:
Ya hace días que leí vuestro correo, les felicito y perdonen
que no haya contestado antes.
En algunas ocasiones también me habéis invitado a dar algún
testimonio de mi vida misionera, me parecía que no tenía importancia lo que he
hecho o hago, pero esta vez me habéis tocado algo muy profundo que a mí también
me pasó: Un testimonio de vida me arrastró, me gustaba leer y me sigue gustando
la vida de los Santos, Sta. Teresita, San Francisco Javier, San Francisco de
Asís, etc. Pero cuando leí algo de la vida de la “Madre Nazaria Ignacia,
fundadora de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia” (que ahí tenéis en
Albacete) sentí algo muy especial, muy grande en mi corazón, y hasta puedo
decir que pasaba noches sin dormir sintiendo este llamado de Cristo para ser
misionera, y Misionera Cruzada de la Iglesia.
Dentro de poco cumpliré 80 años, yo entré al Instituto de M.C.I.
un 19 de marzo de 1058. Si tuviera ahora mis 16 ó 18 años, que fue cuando sentí
claro lo que Dios quería de mí, elegiría los mismos caminos, aunque a veces no
son tan fáciles, pero como el Señor no te abandona nunca y camina a nuestro
lado…”TODO LO PUEDO EN AQUEL QUE ME CONFORTA” claro que se sufre, pero…¿ quién
sufrió más por nosotros? ¡Cuánto nos ama y espera de nosotros CRISTO, EL GRAN
MISIONERO! Que sigue dando la vida por ti y por mí. ¿Quién soy? Me llamo Ángela
González Garijo, nací en San Pedro Albacete, tengo otra Hermana Misionera que
está en Guatemala, se llama Purificación González Garijo, nos vemos con
frecuencia. También tengo una prima M.C.I. que ha estado muchos años por
América, ahora está en España. Nuestros hermanos viven en Valencia, pero
tenemos muchos primos y amigos que quiero mucho en Albacete.
Me hice Misionera porque siempre que leía o me contaban de
los niños y jóvenes que sufrían de muchas maneras en especial de hambre en el
tercer mundo, sentía que todo lo que había recibido de Dios lo podía dar en
éstos más pobres, (Él me concedió esta gracia), es así que después de terminar
mi formación en Madrid, me destinaron a Honduras. No me podía imaginar cómo
vivían por aquí. ¡Qué miseria, qué pobreza, qué falta de todo, no lo podéis
imaginar. Nos mandaban de dos en dos por los pueblos y aldeas en un tren que
era de la Compañía frutera de plátanos que seguro conocéis (LA CHIQUITA
BANANA). Me costaba entender todo esto, pero el Señor nos da siempre su gracia.
En estos 50 años que llevo por aquí ha cambiado mucho, pero
no os podéis imaginar todo lo que falta por hacer, NECESITAMOS RELEVO. ¿No se animan? Yo tengo comprobado que el que
se entrega a Cristo y trabaja por su causa, Él le da el ciento por uno en esta
vida que para nosotros es la MÁS FELIZ Y
y al final la VIDA ETERNA.
Hemos trabajado en misiones en muchos lugares y países: Guatemala,
Perú, un poco en Bolivia, pero el mayor tiempo he estado en Honduras, nuestra
labor es hacer vida en cualquier parte del mundo donde nos necesiten,
atendiendo a las mayores urgencias con niños, jóvenes y ancianos que aquí son
abandonados con mucha frecuencia por las familias.
Vosotros, niños, jóvenes y adultos cristianos católicos,
juntos, tenemos una gran MISIÓN, desde donde Dios nos llama, podemos ser muy
buenos misioneros, orando, trabajando y ayudando en lo que puedan por tantas
personas que no tienen ni lo necesario para vivir. También pidan para que cese
la violencia y haya más justicia y paz para todos estos pueblo
Latino-Americanos.
Les queremos mucho y les mando un fuerte abrazo a todos.
Hna. Ángela González M.C.I.
Hermana Ángela |
Envía de juguetes Niños Sin Fronteras |
Clases de cocina |
Comedor niños huracán Fifi |